Localizaciones
En este apartado te adentrarás en los lugares que aún resisten en el
mundo postapocalíptico. Cada localización narra su propia historia,
desde los antiguos bastiones que sobrevivieron al colapso, hasta las
ciudades emergentes que han surgido entre las cenizas de la
civilización. Aquí descubrirás cómo surgieron o cayeron, quiénes las
habitan y qué fuerzas las gobiernan en la actualidad.
Desvelaremos los secretos ocultos de cada lugar, explorando las
leyes que rigen sus sociedades y las estructuras de poder que
definen la vida cotidiana. No solo conocerás los territorios que
permanecen en pie, sino también las historias de reinos olvidados,
ruinas malditas y refugios que muchos creen míticos.
A medida que el mundo siga expandiéndose, nuevas localizaciones,
hasta ahora desconocidas, serán reveladas, llenas de desafíos y
maravillas esperando ser descubiertas.
El Valle de las Sombras
El Valle de las Sombras es un lugar envuelto en misterio y terror,
situado en un profundo valle donde el sol apenas toca el suelo,
creando un ambiente perpetuamente sombrío. Aunque su aspecto es
inquietante, lo que realmente aterra a los supervivientes es la
niebla densa que cubre constantemente la región. A primera vista,
podría parecer simplemente un fenómeno natural, pero aquellos que se
han aventurado dentro saben que algo más siniestro ocurre allí.
La leyenda cuenta que el origen de la niebla se remonta a la
detonación de una antigua arma atómica, tan poderosa que no solo
devastó la tierra, sino que rompió la barrera entre dos realidades.
Se dice que la explosión fue de tal magnitud que desgarró el tejido
del espacio y el tiempo, permitiendo que dos mundos se
superpusieran. La niebla, según esta teoría, es el resultado de esa
fractura y está llena de residuos de ambas realidades. Aunque esta
explicación parece improbable, muchos aventureros afirman que lo que
han visto dentro del valle no puede explicarse de otro modo.
A pesar de las leyendas, hay quienes creen que la niebla tiene
efectos alucinógenos, producto de algo que los supervivientes
respiran o absorben cuando se adentran en el valle. Los alucinógenos
podrían estar en las partículas que flotan en el aire o ser
liberados por la flora y fauna mutante que habita en la niebla. Los
supervivientes que regresan cuentan haber visto criaturas
imposibles, seres que no tienen ninguna similitud con la fauna de la
Tierra. Estas criaturas parecen provenir de otro lugar, con formas
biológicamente inverosímiles, como si hubieran sido esculpidas por
las leyes de una realidad diferente. Algunas de ellas tienen
extremidades que no parecen tener función aparente, pieles de
colores imposibles y órganos que parecen moverse externamente,
retorciéndose como si no estuvieran adaptados a la gravedad de este
mundo.
Curiosamente, el valle en sí no es especialmente radiactivo, salvo
por una pequeña zona en su centro, donde los niveles de radiación
son lo suficientemente bajos como para que incluso el equipamiento
ambiental más básico pueda resistirlos. Este hecho ha atraído a
numerosos aventureros, muchos de los cuales han regresado
arrastrando cadáveres de estas extrañas criaturas. Al llegar a
pueblos cercanos, algunas de estas bestias fueron examinadas y,
sorprendentemente, comenzó a surgir una medicina alternativa basada
en el consumo de partes específicas de estas criaturas. Aunque no
tiene ninguna base científica aparente, los rumores de que el
consumo de estas partes puede curar enfermedades, revitalizar el
cuerpo e incluso tratar la calvicie o la disfunción sexual ha
desatado una fiebre por explorar el valle. Esto ha generado un éxodo
masivo de personas del Yermo, atraídas por la esperanza de encontrar
una solución milagrosa a sus problemas.
Los más atrevidos, equipados con trajes especiales, han intentado
explorar la zona radiactiva en el centro del valle, supuestamente el
origen de la niebla. Muchos aseguran que, aunque la radiación es
manejable, algo extraño sucede con la extensión del valle. Han
informado que, tras días de exploración, la niebla parecía infinita,
como si de repente abarcara más territorio del que debería y
cubriese en realidad el mundo entero. Este fenómeno ha llevado a
muchos a creer que el Valle de las Sombras es una puerta hacia otro
plano, una realidad alternativa que se superpone con la nuestra.
Sin embargo, la niebla parece tener un límite. En varias ocasiones,
ha intentado expandirse más allá del valle, solo para retroceder,
como si no pudiera mantener su consistencia fuera de este espacio.
Es como si el valle fuera el único lugar donde esta brecha entre dos
realidades pudiera existir con estabilidad, mientras que fuera de
sus límites, se desintegra, devolviendo todo a su estado original.
En cuanto a los que se pierden dentro del valle, los destinos
varían. A veces, todo lo que queda de ellos es su equipamiento
esparcido por el suelo y signos de lucha violenta. Otras veces, los
exploradores son encontrados, pero sus cuerpos están infestados de
larvas de las criaturas de la niebla, como si hubieran sido usados
como huéspedes para estos seres. Los que encuentran estos cuerpos
suelen quemarlos de inmediato, temiendo que las larvas puedan
liberar algo aún más peligroso.
Además, la niebla no solo afecta la visión: distorsiona el sonido y
altera los olores. Los supervivientes afirman que los sonidos
parecen provenir de todas direcciones, haciendo imposible saber si
lo que escuchan está cerca o lejos. El olor de la niebla cambia
constantemente, a veces dulce, otras podrido, engañando a los
sentidos y haciendo que la orientación se vuelva una tarea
imposible. Quienes se aventuran en el valle no pueden fiarse de lo
que ven, oyen o huelen, y muchas veces, la propia niebla parece
jugar con sus percepciones, llevándolos más profundo hacia su
núcleo, donde solo unos pocos han regresado para contar su historia.
El Valle de las Sombras sigue siendo un enigma. Es un lugar donde la
realidad y la ficción se entrelazan, y donde las criaturas que
habitan la neblina desafían toda lógica. Pero a pesar del peligro,
sigue atrayendo a aquellos que buscan respuestas, poder, o
simplemente la verdad detrás de las sombras.
La Torre de Argón
La Torre de Argón es una estructura monumental que se eleva en el
centro de un vasto e inhóspito desierto de sal, un solitario coloso
de 400 metros de altura que destaca como un faro en un paisaje donde
no queda rastro de civilización. A pesar del evidente paso del
tiempo, su estado estructural es sorprendentemente bueno, lo que
aumenta el misterio de su existencia. Sin embargo, el interior de la
torre ha sido saqueado hace mucho, y lo único que queda son restos
de ventanas rotas, polvo del desierto acumulado en cada rincón y
señales de que ha sido utilizada como refugio. En los pisos
inferiores, se pueden encontrar los restos de fogatas, ropas
abandonadas y marcas de la presencia de viajeros que han acampado
allí, pero más allá de estas huellas, la torre sigue siendo un
enigma.
Lo que más desconcierta a los exploradores y supervivientes es su
ubicación. Rodeada por kilómetros de sal, no hay ni un solo edificio
en el horizonte que sugiera que alguna vez fue parte de una ciudad o
asentamiento. En un mundo donde los rascacielos han desaparecido
hace tiempo, y mucho menos se han erigido nuevos tras el
apocalipsis, la Torre de Argón es una reliquia solitaria de un
pasado preapocalíptico. Es uno de los últimos vestigios de una
civilización perdida, y su presencia en un lugar tan desolado genera
más preguntas que respuestas.
A lo largo de los años, esta peculiar estructura ha sido utilizada
por caravanas de comerciantes y exploradores que cruzan el desierto.
Su altura la convierte en un punto de referencia esencial, visible
desde varios kilómetros a la redonda, y en una fortaleza temporal
para aquellos que necesitan protegerse de las alimañas mutantes que
recorren la región o de los saqueadores que patrullan las rutas
cercanas. La Torre de Argón es especialmente valiosa durante la
noche, cuando las caravanas buscan refugio en su interior para
defenderse de las amenazas que acechan en la oscuridad. Su altura
también la convierte en una posición estratégica para los tiradores
y oteadores que, desde lo alto, pueden vigilar el vasto desierto y
detectar movimientos mucho antes de que las amenazas se acerquen.
Aunque la torre ha sido explorada en su mayoría, pocos se atreven a
descender a los niveles subterráneos, donde la estructura sigue
extendiéndose. Al parecer, el nivel base original de la torre está
enterrado por el tiempo y la acumulación de sal, y se estima que su
altura real es de 600 metros. Los niveles inferiores se encuentran
en un estado más deteriorado, con paredes cubiertas de ceniza y
oscuridad, y la sensación de que algo más yace en sus profundidades,
aunque los aventureros que han explorado esta zona no han encontrado
nada particularmente inquietante, más allá de la extraña sensación
de estar fuera de lugar. El nombre de la torre procede de varios
carteles encontrados en su interior, seguramente era el nombre de
alguna corporación del pasado.
La ubicación inexplicable de la torre ha dado lugar a muchas
teorías. Algunos creen que fue construida en un tiempo remoto como
una base aislada para fines desconocidos, quizás un observatorio o
una instalación secreta. Sin embargo, la teoría más popular y
perturbadora es que la Torre de Argón fue teletransportada a su
actual ubicación durante los días finales del apocalipsis, como
resultado de un experimento fallido o un fenómeno sobrenatural. Los
defensores de esta teoría señalan que no existe ninguna razón lógica
para que una estructura de tal magnitud y complejidad se encuentre
en una región tan vacía y desolada. Algunos aventureros y estudiosos
especulan que se utilizó tecnología avanzada o algún tipo de
anomalía cósmica para mover la torre de su ubicación original a este
desierto, aunque no existen pruebas definitivas que lo confirmen.
A pesar de que la Torre de Argón es utilizada como un refugio
seguro, lo que más fascina a aquellos que la visitan no es tanto su
funcionalidad actual, sino el misterio que rodea su propósito
original. La incógnita de cómo una torre tan imponente terminó en
medio de la nada sigue atrayendo a exploradores, curiosos e incluso
algunos académicos que creen que los secretos que esta estructura
guarda podrían revelar algo fundamental sobre los últimos días del
antiguo mundo. Aunque la torre parece ser un lugar sin vida, su mera
presencia provoca una sensación de asombro y desconcierto en quienes
la contemplan, y en el yermo, un enigma sin respuesta suele ser más
peligroso que cualquier amenaza tangible.
La Ciudad de Radia
En el corazón de un desolado paisaje postapocalíptico, se alza la
Ciudad de Radia, una urbe construida alrededor de una imponente
central nuclear reactivada por una comunidad de mutantes. La
central, que antes fue un símbolo de el poder tecnológico perdido
del pasado, se ha convertido ahora en el templo sagrado de los
mutantes, una catedral de poder radiactivo donde se celebran sus
ritos y ceremonias. A través de una combinación de técnica, maestría
y el conocimiento que lograron rescatar del pasado, los mutantes
lograron lo que pocos han conseguido: devolver a la vida una central
nuclear y convertirla en el núcleo de su sociedad.
La Catedral de Radia, como llaman a la central, es venerada tanto
por su capacidad para generar grandes cantidades de electricidad
como por el simbolismo que representa. El reactivar la central fue
un logro monumental, no solo técnico sino espiritual, pues los
mutantes ven en ella el corazón pulsante de su civilización, una
prueba de que, a pesar de su deformidad y mutaciones, pueden
construir algo poderoso y próspero. La catedral está custodiada con
gran devoción, y solo los mutantes más sabios y experimentados
pueden acercarse a los reactores sagrados para mantener su
funcionamiento.
Alrededor de esta imponente catedral se ha erigido una ciudad
vibrante y bulliciosa, Radia, que ha crecido en torno a la energía
de la central. Los altos edificios de cemento, muchos construidos
con restos de ruinas antiguas, se alinean a lo largo de calles que
parecen improvisadas pero que, al observar más de cerca, muestran un
diseño meticuloso para aprovechar al máximo el espacio y los
recursos. Los mutantes han aprendido a canalizar la energía de la
central para alimentar no solo sus hogares, sino también una
creciente industria. Talleres de maquinaria, fundiciones y fábricas
producen bienes y armamento, y sus luces brillan día y noche,
alimentadas por el inagotable poder de la central.
La ciudad está rodeada por una imponente muralla de cemento, una
barrera masiva diseñada para proteger a sus habitantes de las
constantes amenazas externas. Saqueadores, bestias mutantes y otras
comunidades rivales han intentado conquistar Radia, pero la muralla
ha resistido todos los asaltos. Los mutantes que defienden la ciudad
lo hacen con una ferviente devoción, pues ven a Radia no solo como
su hogar, sino como un santuario divino.
Un río, llamado el Río de Argant, serpentea cerca de la ciudad,
proporcionando agua tanto para la población como para los sistemas
de enfriamiento de la central. El agua del río es esencial para
mantener los reactores funcionando, y también es utilizada en los
rituales que los mutantes celebran periódicamente, en los cuales el
agua del río se mezcla con otros elementos radiactivos en una
especie de bautismo para nuevos miembros de la comunidad.
Radia no es la única ciudad de mutantes que ha logrado reactivar una
central nuclear. Otras, como Fulgoris y Atomar, también han logrado
éxitos similares, aunque ninguna se acerca al esplendor y la
magnitud de Radia. Mientras que estas ciudades son más pequeñas y
más aisladas, Radia ha prosperado, convirtiéndose en un centro de
comercio, donde caravanas de mutantes de otras regiones llegan para
intercambiar productos, tecnología y conocimiento.
La Catedral de Radia se sigue expandiendo, mejorada constantemente
con innovaciones técnicas y artefactos antiguos que los mutantes
encuentran en sus expediciones.
Radia se ha convertido en una ciudad autosuficiente y poderosa, y
los mutantes que la habitan ven en sus logros una prueba de su
capacidad para prosperar en este mundo. Gracias a la reactivación de
la central y el crecimiento de su industria, Radia ha ganado una
reputación importante entre las comunidades mutantes, convirtiéndose
en un enclave famoso. Además, la ciudad sirve como un punto de
peregrinación para aquellos que buscan conocimiento, refugio, o
incluso inspiración en la supervivencia y éxito de sus laboriosos
habitantes.
Puerto Estrella
Puerto Estrella comenzó como un simple asentamiento de pescadores
humanos en la costa, pero con el tiempo se convirtió en una ciudad
portuaria próspera, conocida por su enorme astillero y su creciente
industria naval. Situada en una ubicación estratégica que conecta
partes lejanas del mundo, la ciudad ha logrado prosperar como un
centro comercial de vital importancia, ya que es uno de los pocos
lugares donde se construyen barcos a vela de diseño avanzado,
capaces de surcar los mares sin depender de combustibles, que en
estos tiempos escasean cada vez más. Las técnicas de construcción
naval de Puerto Estrella son codiciadas, y sus astilleros son el
orgullo de la ciudad.
A pesar de su éxito económico, la ciudad está dividida en dos zonas
claras: la Zona Baja, donde habitan las clases trabajadoras y los
obreros que mantienen en funcionamiento la industria y los
astilleros, y la Zona Alta, donde residen las clases dirigentes,
trabajadores especializados y las fuerzas de seguridad que
garantizan el orden. Esta división no es solo económica, sino
también física: la Zona Baja sufre constantes inundaciones durante
las tormentas marinas, que arrasan con las viviendas y provocan
daños materiales y muertes, mientras que la Zona Alta, situada en
terreno elevado, permanece segura y protegida.
La Zona Baja es una extensión de edificios residenciales y viviendas
precarias y almacenes industriales que rodean los astilleros. Los
trabajadores, que trabajan largas jornadas en las fábricas y
talleres navales, viven en condiciones miserables. Las constantes
inundaciones agravan la situación, ya que la alcaldía ha priorizado
otros gastos antes de construir una barrera marina que podría
proteger la ciudad. Esta zona se ha convertido en un caldero de
descontento, con huelgas y manifestaciones que se suceden cada vez
con más frecuencia.
En contraste, la Zona Alta es una fortaleza de mansiones elegantes,
edificios gubernamentales y calles amplias, donde la vida es
relativamente próspera. Aquí viven los dirigentes políticos y
económicos de Puerto Estrella, aquellos que controlan la ciudad y
sus industrias. La democracia, un sistema casi olvidado en el mundo
postapocalíptico, ha perdurado aquí, aunque muchos sospechan que la
élite ha mantenido este sistema no tanto por sus ideales, sino para
recrear un pasado donde se beneficiaban de la estabilidad que
brindaba. Las elecciones, aunque aparentan ser libres, suelen estar
influenciadas por los intereses de la clase dirigente, y las voces
de la Zona Baja rara vez tienen impacto.
En medio de este escenario de desigualdad, ha surgido una figura que
ha sacudido los cimientos de Puerto Estrella: Lira Solis, una joven
que creció trabajando en los astilleros desde niña, heredando la
dura vida de los obreros de la Zona Baja. Durante años, Lira vio de
cerca las injusticias que sufrían los trabajadores: largas jornadas,
condiciones insalubres y la constante amenaza de las inundaciones.
Lo que comenzó como murmullos de disidencia se convirtió en un
movimiento organizado cuando Lira encontró un antiguo libro de tapas
rojas, que habla de derechos, igualdad y lucha. El contenido del
libro resonó profundamente en ella, y ahora lo agita en alto en cada
una de sus concentraciones, convirtiéndolo en el símbolo del
movimiento.
Lira se ha ganado el respeto y la admiración de los obreros,
convirtiéndose en una líder indomable. En sus discursos exige tres
cosas claras: la construcción de una barrera marina para proteger la
Zona Baja, la reducción de las jornadas laborales y mejores
condiciones de vida para su gente. Sus palabras no solo inspiran a
los suyos, sino que también infunden temor en las élites, quienes
han intentado comprar su silencio, pero ella ha rechazado todas las
ofertas. A diferencia de otros líderes del pasado, Lira parece ser
insobornable.
El alcalde Fausto Orán, el actual gobernante de Puerto Estrella, ha
controlado la ciudad con puño de hierro desde la Zona Alta. Aunque
es un defensor de la democracia y promueve la idea de que todos los
ciudadanos tienen voz, en la práctica ha favorecido sistemáticamente
los intereses de los más ricos, manteniendo la ciudad bajo un
delicado equilibrio. Bajo su mando, la ciudad ha prosperado
comercialmente, pero ha ignorado las demandas urgentes de la Zona
Baja, incluyendo la construcción de una barrera marina para evitar
las recurrentes inundaciones.
Fausto es un hombre astuto, que ha sabido cómo silenciar a los
disidentes del pasado con promesas vacías o desapariciones
misteriosas. Sin embargo, Lira representa un desafío mayor para él,
y la creciente presión de los disturbios en la Zona Baja lo ha
llevado a una encrucijada. Orán no está acostumbrado a lidiar con
una figura tan fuerte y carismática, y la influencia de Lira está
empezando a erosionar su control sobre la ciudad.
Puerto Estrella, a pesar de su éxito comercial y naval, está al
borde del estallido. Las diferencias entre la Zona Baja y la Zona
Alta se han vuelto insostenibles, y los disturbios y huelgas son
cada vez más frecuentes. Las condiciones de trabajo en los
astilleros, sumadas a las devastadoras inundaciones, han hecho que
la población de la Zona Baja esté dispuesta a tomar medidas extremas
si sus demandas no son atendidas. En las tabernas y calles de la
ciudad se habla de una revolución, alimentada por las palabras de
Lira Solis, mientras que la Zona Alta observa con creciente
preocupación los acontecimientos.
Puerto Estrella es un microcosmos de la lucha de clases, donde los
logros navales y comerciales están a punto de verse eclipsados por
la división social. Los astilleros siguen siendo el motor de la
ciudad, pero también el punto neurálgico del descontento. Si la
ciudad no soluciona pronto sus problemas internos, corre el riesgo
de que sus propios pilares se derrumben bajo el peso de las
tensiones que ha ignorado durante tanto tiempo.
Continuará...